lunes, 22 de septiembre de 2008

3)

Ayer me acordaba un montón de cosas que hacía mucho que no me acordaba. Pensaba en escribirlas. Ahora no las recuerdo del todo pero si me quedan las sensaciones que tuve a cada momento que rememoraba. Ni melancolía, ni extrañeza. Más bien alegría, de la buena, de la única cuando uno dice Alegría.
La ola de recuerdos eran anécdotas, situaciones, embrollos, cagadas. Con interlocutores amigos o de los que pasan y no quedan.
Y hoy con los amigos nos fuimos a jugar a la pelota, no al fútbol. Nosotros jugamos a la pelota. El fútbol ya es un concepto que engloba algo más que juntar x pibes, armar los equipos y jugar. Ojo, tenemos nuestro orden, nuestra táctica, nuestro enojo, nuestro grito de gol, nuestra gloria, nuestro lujo, nuestra raspada en el sintético. Tenemos lo necesario. El fútbol nos excede. El fútbol nos queda grande y nadie llora por eso. Nosotros no lloramos por la carencia de exceso. Después nos fuimos a comer a un restorán armenio de Palermo. Y en esa mesa de 4 estaba todo lo que la ola trajo, rompiendo. Anécdotas, situaciones, recuerdos, embrollos, cagadas, interlocutores amigos y de los que pasan y no quedan.
Hablábamos, nos escuchábamos, y los disfrutaba. Tantas veces se repitió este ritual y tan pocas veces en ese estado. En ese “estado de abierto” (gracias Heidegger, gracias Feinmann).
El “estado de abierto”, donde el tamiz de mi cabeza no me ubica en la paciencia de los azotes donde cada comentario venía con dolor. Donde la palabra exterior es lo que es, y yo soy lo que soy (perdón Sandra) y no lo que me gustaría que sea y no es.
Uno contó que se separó, venía mal hace tiempo. No era una sorpresa. Entonces uno dice lo que realmente importa en ese momento: “Avisa cuando querés que tiremos el colchón en casa”. Todo lo otro es Concierto Folclórico Nacional. Otro contó que va a ser papa.
Yo no fui papa pero me separé hace un tiempo. Y así siguió la noche. Sin conciertos, pero tampoco con desconciertos. Ese tiempo ya pasó. Ojo, no se mucho más que esto. Pero antes no lo sabía.
Y te cuento esto porque tiene que ver con lo que escribí los otros días y tendrá que ver con lo que escriba en adelante. De algún modo tendrá que ver con todo lo que escriba. Sino no entendiste nada todavía.

No hay comentarios: