lunes, 15 de septiembre de 2008

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Hoy iba a comenzar a escribir pero me olvidé el cuaderno en casa. Ahora estoy en el laburo. Faltan quince minutos para que termine la fucking jornada, aunque estoy al pedo desde hace dos horas. Sí, hoy fue un día de trajín laboral (otro día les cuento mi dinámica laboral y los motivos). En definitiva, había decidido comenzar a escribir hoy, pero sin el cuaderno no.
Atenti, el cuaderno no tiene nada de especial. Es un Gloria de ahora. Es decir, como el de antes pero más trucho. En realidad más liviano, menos grueso. Con menos gramaje. El cuaderno será la medida que me permita saber cuánto me comprometo con esto. El cuaderno será la constante. Estará allí aunque no escriba todos los días.

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